Mi querida Ella, esta postal es para ti que no sabes leer humano, y quizá tampoco perro porque te apartamos muy chica del lado de tu madre y nunca te llevamos a una escuela. Así que no veo manera. Igual pondré a alguien a que te la lea para que entiendas.
Hace casi 1 mes que me fui de viaje y aunque no creas, te he pensado mucho.
Conocí muchos perros que se acostaban al desnudo en la nieve y me pareció que tú nunca hubieses podido hacer eso, ni por 3 millones de esas meriendas de premio que te doy que tanto te gustan.
Tomé muchas fotos de perros para ti, de seguro ninguno te parecerá guapo, no tenemos los mismos gustos.
Te cuento que acá en Buenos Aires, las calles están llenas de mierda de perro, seguro gozarías oliéndolas todas. Te parecerá que mi comentario es horrible y de seguro nunca pensaste que palabras así saldrían de mi boca, pero bueno.
El hecho es que aún no te compro nada porque no he visto más que cosas sin sentido, pero obvio que te llevaré algo.

Te extraño como nunca, mi perra amada.
Mami.

P.S. Perdóname por haberte dejado en una guardería de perros, pero ya sabes cómo son en Perú, no admiten perros en hoteles. Medida que a cualquier argentino le podría parecer totalmente ridícula.