Había o hay, más bien, una canción de Hombres G (sí sí, hombres g) que de chica siempre me levantaba el ánimo. Esta del tipo que se levanta en la mañana y da volteretas y luego llama a chicas para no dormir solo.
Hoy he vuelto a escucharla y aunque no logró los mismos resultados que de chica, al menos me sacó varias sonrisas ligadas a idas a la playa, cierto noviecito que tuve a los 14 y creo que las fiestas que en un par de ocasiones hicimos en casa de Andreína cuando teníamos 16. Aquella en donde terminamos peleando con pedazos de pie de limón.
Las únicas carcajadas que he podido soltar desde ayer están sólo ligadas a The Flight Of The Conchords y eso porque es muy difícil no morir de risa con el acento de Nueva Zelanda.
Uy, voy tarde para clases !