Hoy creo que me resigné a perder los 30 GB de música clásica que había heredado. La que escuchábamos con el café de la mañana, generalmente los fines de semana y con la gata en la cama. Antes de correr a buscar cualquier correspondencia y desayunar en la panadería semi-erótica que quedaba en el pueblo.
2 comments:
Te prometo que conseguiremos esos instrumentos muy muy pequeños que sólo venden en El Paso, Texas.
Si es pequeño, no hablas de John Holmes.
Aunque eso es California.
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