25.9.13

Hace un par de semanas que regresé de Brasil. El viaje no fue tan como lo esperaba y a la vez sí. Pero creo que toda la vida me había hecho tan grandes expectativas que no sé. No me decepcionó en ningún momento (bueno quizá un par) y logré hacer algunas cosas que jamás pensé que haría. La verdad es un lugar maravilloso, no me quejo. Fue hermoso realizar mi sueño de conocer Salvador. Pero regresé pensando que todavía allí tengo deudas.

Por otro lado, he comenzado un serio recorrido espiritual del cual me había alejado por tantos años. Siempre está bueno tener no sólo cables a tierra. Y para complementar este tema mío del descubrimiento, me ha caído perfecto volver a sentir que hay cosas que explican lo que yo siento.

Yo siempre he tenido muchos planes, mi cabeza nunca para. Pero también sé cómo funciona para mí el tenerlos y por qué. Son 75% sueños y el otro 25% es algo que no sé bien.
El año pasado por esta fecha (exactamente hace un año y 14 días más) me mudaba a Brasil. Yo estaba evidentemente muy poco preparada para hacerlo. Sólo tenía el boleto. No tenía dinero, pero sí un plan con un amigo brasilero. Llegaría a Sao Paulo, viviría en una favela enseñando inglés a niños. Uno de esos planes románticos a los que nunca he tenido las bolas de enfrentarme.
Antes iba a mudarme a Buenos Aires a estudiar producción audiovisual. Antes de eso me mudaba a Barcelona a terminar sociología.

En el fondo, y ahora mi lado místico me termina de explicar, no he estado dispuesta a dejar Venezuela por muchas razones. Algunas cosas me dicen que tengo que estar aquí un tiempo más.

He tenido desde siempre la habilidad de prestarle suficiente atención a mis intuiciones. Sé lo que va a pasar. Y no es que tenga una bola de cristal, es simplemente que al saber lo que estoy haciendo y prestando atención a algunas variables es bastante fácil predecir lo que pasará. Por ahora me toca un período aquí, terminando de aprender lo que estoy aprendiendo (que me hace genuinamente feliz al fin) y hacer poder irme con un oficio a vivir las cosas lindas que vendrán.

Al parecer hay una segunda parte del cuento. Yo nunca lo he leído. Alguien me dijo que es así.
Hay pequeños conatos cerca, 1 ó 2, no más. Pero el cuento tiene un desenlace con el mío propio. Veamos quñe pasa.


No comments:

About Me

My photo
esto, pues no es sólo mío. podría serlo, de hecho, lo es. pero decido compartirlo.